Del 12 al 29 de marzo de
2008, en Galería Paspartú de Barcelona
"SenXualitat", sexo y espíritu en la cosmovisión de Gerard Valls
Dialoga entre el sexo y la iluminación del espíritu, mostrando cuerpos que se
funden en uno, seres que somos todos, ventanas abiertas al universo insondable a
partir de proposiciones elaboradas, basadas en la dinámica de la atracción
primigenia.
Gerard
Valls, elabora un discurso claro, en el que la alegoría vital se incardina con
el deseo sexual, pero, también, en la potenciación del uno, a partir de la unión
de dos cuerpos que somos otra vez solo uno.
Del 12 al 29 de marzo, inauguración día 14 de marzo de 2008 en la Galería
Paspartú de la Ciudad Condal, exhibe obra minimalista y alegórica, geometría y
simbolismo, materia, espacio, laberinto y éxtasis.
El éxtasis como final místico de una relación con explosión, pero también deja
entrever la implosión interior de cada uno, sin eyaculación, un cierto tantrismo
que no es evidente, pero que lo sugiere, especialmente en la presentación de la
obra que representa al ser andrógino.
A veces su propuesta pictórica es yin y Yang, con péndulo de oro, con recuerdos
adscritos al conjunto monumental Dolmen de Dalí, de la Plaza Salvador Dalí de
Madrid, alegoría de lo fundamental, Newton del genio de Cadaqués, que representa
la nueva era, la nueva sociedad, la esperanza de un mañana más elaborado. Ser
andrógino, humanidad del futuro, el cosmos, la ciencia y el mirar sin ojos, pero
sí con conocimiento y alma.
Del sexo al voyeurismo, del mirar al ser mirado, para mirarse realmente cada uno
en el interior de nos.
Algunas de sus obras como la titulada ‘Extasiades’,-‘Extasiadas’-, exhibe el
instante orgásmico, cuando la eyaculación ha tenido lugar y nos transportamos,
dejando todo abierto, mente, espíritu y cuerpo, siendo eyaculación externa o
interna, en este último caso volviendo a enriquecernos.
Consigue el éxtasis a partir de planteamientos en los que lo fundamental es la
capacidad de retener para ser y persistir. Es decir que nos vaciamos para
mostrarnos pero, también, nos retenemos para gozar y hacer gozar sin eyacular.
El sexo como arte, como en los denominados ‘Laberints Sexuals’-‘Laberintos
Sexuales’-, en los que plasma geometrías abstractas, basadas en el sexo, sin
adscripciones figurativas. Es el posterior resultado de la unión de dos cuerpos
en el acto sexual, que luego derivan en energía, que forman un solo ser. Y de
ahí del acto sexual a la creación pictórica.
Emplea diferentes colores: El rojo es vida, vitalidad y existencia. El negro
determinación y límites; el dorado, la luz que centellea, el plateado, la fuerza
de la transformación; mientras que el blanco es el escenario donde ocurre todo.
De esta forma blanco y negro, rojo, plateado y dorado, son parte de un discurso
de vida que va más allá de los límites pero que nos alerta sobre el poder de la
energía.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
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