La Maga Francisca Blázquez
La
Alquimista de la forma.
Del espacio.
Del color.
Decodifica la luz
que en sus lienzos
se hace
y se deshace.
Esta mujer de ojos
inmensos
es ella sola
una galaxia
de sensaciones,
de inesperadas
imágenes:
es en sí misma
una cosmogonía.
Lo que ella ve antes
nadie lo vio.
De su cartera
va sacando
lo mismo perfumes
que enigmáticos
símbolos,
estructuras de sueños,
metáforas de una
irrealidad
que sus dedos
hacen palpable.
No va hacia ninguna
parte:
regresa de lejanos
mundos
Sabia
taumaturga
de los pinceles,
hechicera
que profetiza
en
el silencio.
De sus nerviosas manos
nacen joyas o paisajes
que ya estaban
en lo más
recóndito de la memoria.
Sólo ella sabe
dónde está
la fuente de la energía
prístina de la
naturaleza:
a esas aguas de
insondable armonía
cual el ciervo sediento
de los Salmos
viene insaciable a
beber.
Sólo ella puede
pintar,
desde dentro,
la estructura de la
emoción
que contiene y
cristaliza
en una lágrima
o un diamante.
Con grandes ojos de
asombro
nos mira iniciática
desde el misterio de la
Creación.
Y desde allí
escruta,
indaga,
acecha.
Nace y renace.
Alberto Lauro
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