Francisca Blázquez
Muestra en Espacio Francisca Blázquez la serie Dimensionalismo durante 2007
en Madrid
Francisca Blázquez, la necesidad angélica y la
presencia lumínica
La obra dimensional de Francisca Blázquez se basa en exhibir la necesidad
angélica y su influencia en la tierra. Todo ello completado por la presencia
de haces de luz, de geometrías laberínticas pero avanzadas, de corte
vanguardista, de ascendencia cibernética, consideradas para evidenciar los
mundos lejanos, los planetas fantasiosos, las aeronaves fantásticas, los
elementos extraños y sensacionales que pululan en el espacio-tiempo o sin
espacio-tiempo. Dichos haces de luz en otro aspecto de la cuestión,
simbolizan la presencia espiritual, además de reflejar ondas y partículas de
carácter subatómico que son parte de la física cuántica.
Muestra una clara armonía entre espiritualidad y
ciencia, realidades paralelas, emotividad, intangibilidad, esencia y
sutileza, formación, estructura, alegoría y determinación en lo espiritual,
partiendo de la geometría para alcanzar la fortaleza del laberinto de lo
insinuado. ¿Y que es lo insinuado? Nada menos que la descripción del
conjunto de misterio.
Destaca la necesidad angélica, seres celestiales en contacto con el
mundo espiritual y el ser humano, la Kábala, libros sagrados y los ángeles
cotidianos.
Lucha entre el bien y el mal, pero sin doble moral, al
margen de la moral tradicional, también de lo social y de la lucha de
clases.
No hay cabida para el orden y el mundo antiguos en la
obra dimensional de la creadora madrileña multidisciplinar. Muy al
contrario, su formulación geométrica dimensional se aparta del arte
concreto, de la geometría clásica, de los constructivistas, para instalarse
en lo paradigmático, en la visión social luminiscente, contenida en el todos
somos uno, pero, también, en el desmarque de las religiones.
Su concepto de iluminación es individual, a la par que
universal, no obedece a ritos, religiones o ideologías de corte social, se
conecta con la física cuántica, asimismo con las aportaciones esotéricas, el
conocimiento científico en general y la apuesta por una evidente y
fantástica concepción del universo.
Su mirada va más allá de la realidad, se concentra en
el cosmos, buceando en la cara oculta de las estrellas, conectando con
lejanas galaxias, con el polvo interestelar, con los agujeros negros,
aunque, también, con formas espectaculares de energía lumínica. Exhibe
explosiones, estrellas resplandecientes, explosivas, que iluminan todo lo
que encuentran a su paso.
La presencia lumínica domina en el contexto general de
su obra pictórica, en el sentido de luz física, pero, sobre todo, teniendo
en cuenta la capacidad simbólica que representa en el aspecto espiritual,
conduciéndonos a través de la dimensiones a otras realidades, situadas al
margen de la materia y del espacio-tiempo.
Joan Lluís Montané
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte